El director y productor de fama internacional Antoni Isasi-Isasmendi falleció el jueves 28 de septiembre en Ibiza a la edad de 90 años. El gran cineasta cuenta en sus memorias que su primera vez en el cine fue de niño como vendedor de caramelos. En un reportaje para La Vanguardia, hablaba de su infancia diciendo:
“No fui a la escuela. Fue mi madre quien me enseñó cuanto sé. Era actriz y yo la acompañaba a los bolos por los pueblos (de donde a veces teníamos que salir huyendo por no poder pagar la pensión) y también iba con ella al estudio de doblaje en el que colaboraba. Tengo grandes recuerdos de aquella época… a pesar de las estrecheces y del hambre.”
Los inicios en el cine
Isasi comenzó a trabajar en el cine como doblador de niños en los estudios ‘Voz de España’, en Barcelona. Allí pasaría a trabajar en salas de montaje, convirtiéndose en poco tiempo en uno de los más destacados montadores de la época. Guionista y montador de una película tan relevante en el ámbito del cine policiaco barcelonés de los 50 como Apartado de Correos 1.001 (1950) de Julio Salvador, Isasi-Isasmendi debutó como director adscribiéndose a esa estética.
Por otro lado, la reflexión y la regresión que realizó a lo largo de su carrera sobre la Guerra Civil fue acogida en diferentes tonos, Tierra de todos (1962) recibió una acogida molesta por parte del gobierno de la época pero una ovación de la intelectualidad francesa y alemana. Esto le permitió debutar a nivel internacional, con entregas como ‘La máscara de Scaramouche’ o ‘Un verano para matar’. El mismo Quentin Tarantino incluyó un fragmento de la banda sonora de “Un verano para matar” en su gran obra “Kill Bill Vol.2”
Antonio Isasi, que pasó de guionista a director, aseguró “utilizando el montaje he resuelto muchos problemas en los rodajes, con los actores norteamericanos por ejemplo. Y dirigí Las Vegas 500 millones, que es una película de acción trepidante, sin mover la cámara, solo en planos fijos. Me siento orgulloso de ello. Y no se dio cuenta nadie”.
Antonio Isasi creó su propia productora y, después de dirigir y producir varias películas de ámbito nacional, como ‘Tierra de todos’ (1962), realizó otras de difusión internacional como ‘La máscara de Scaramouche’ o ‘Un verano para matar’. ‘El perro’ fue otra de las coproducciones internacionales destacadas en su carrera.
Una premiada trayectoria
Entre los premios recibidos, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España le concedió en su XIV edición el Goya de Honor por su destacada aportación al cine. En una gala muy emotiva, en que se hizo un homenaje a su trayectoria, el premio fue entregado por su hija María Isasi y Luis García Berlanga, director de la Academia.
Era poseedor de la Encomienda de Isabel La Católica y fue distinguido como Oficial de la Orden del Mérito Civil. Asimismo, era poseedor de la Medalla de Oro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España. En 2009 se le otorgó la Medalla de Oro de la Ciudad de Ibiza. Además el director, aparece como reparto en un documental sobre la revolución turística en Ibiza y Formentera, (La Revolució Turística, 2014) dirigido por Rafael y Pablo Alcántara.
El Festival Internacional de Cine de Ibiza, homenajeó a principios de este año al director, entregándole un busto por sus trabajo y compromiso. Antonio Isasi-Isasmendi rememoró cómo llegó a la isla hace casi 84 años, en 1933, cuando era un niño de apenas seis años. También explicó que no pudo regresar aquí, a «este paraíso», hasta que dejó de rodar: «Nací en la Puerta del Sol de Madrid, pero siempre me he sentido muy ibicenco. Muy muy muy ibicenco».
Antonio Isasi, un crítico, un pensador, un artista de aquellos que hablan a través de sus obras también expresó en una entrevista muy intimista para El País que en su carrera se había sentido decepcionado por ejemplo, en El aire de un crimen, basado en la novela de Juan Benet, asegura que no se sintió satisfecho de la repercusión que tuvo.
“Me sentía cansado y me retiré a Ibiza, donde vivo muy feliz. Hace 82 años que fui allí por primera vez, con mis padres… y me prometí que volvería. No, ya no voy al cine, he perdido la afición por casi todo. La última película que he visto y que me ha gustado muchísimo es El escritor, de Polanski, pero no he vuelto. Lo poco que me queda por vivir lo dedico a otras cosas, como a pensar qué es la vida, lo que quiere decir que me he convertido en un filósofo barato. ¿Tú sabes lo que es la vida? Yo, con la edad, he cambiado por completo la forma de ver el mundo. Mi vida ha sido maravillosa. He sido muy afortunado, tengo amigos estupendos, he viajado por todo el mundo. ¿Qué más se puede pedir?”.