Coproducción entre la empresa catalana Producciones Balcázar y la compañía suiza Elite Films. Ambas productoras ya habían financiado, de manera independiente, dos películas en Ibiza: ‘Los inmorales’ (1974), dirigida por Alfonso Balcázar y ‘Gefangene Frauen’ (1980), realizada por Erwin C. Dietrich.
Junto a ‘Sechs Schwedinnen im Pensionat’ (1979), ‘Sechs Schwedinnen von der Tankstelle’ (1980) y ‘Sechs Schwedinnen auf der Alm’ (1983). ‘Sechs Schwedinnen auf Ibiza’, estrenada en los cines españoles con el título de ‘La calientes suecas de Ibiza’, es la tercera película de esta tetralogía, ideada por el productor y director suizo Erwin C. Dietrich, inspirándose en la presunta libertad sexual de las mujeres nórdicas. El largometraje explota la imagen de la isla de Ibiza como paraíso sexual, tal y como se puede comprobar en los siguientes textos, extraídos de la guía publicitaria española de la película: “Sabida es la publicidad que de un tiempo a esta parte se viene haciendo a propósito de Ibiza tanto en las revistas españolas, como extranjeras, hasta el punto que ha llegado a crearse casi un mito, como si fuera un paraíso de la libertad” (…) “¡Seis suecas dispuestas a todo en una isla maravillosamente erótica!”
Aunque no está claro, es posible que ‘Las calientes suecas de Ibiza’ la dirigieran Gérard Loubeau, (con el seudónimo de Charles Parrish) y el español Antonio Molino Rojo (como Red Mills). La película tiene una versión erótica y otra más explícita, de carácter pornográfico. Loubeau cuenta con una extensa filmografía como director de fotografía y realizador de largometrajes. Antonio Molino Rojo interpretó varios «spaghetti western« en España y también dirigió la película erótica ‘Bragas húmedas’ (1984). En ‘Las calientes suecas de Ibiza’, Molino Rojo aparece brevemente como actor en una escena rodada en el restaurante La Dida, en Barcelona. El director español interpreta al dueño del establecimiento al que una de las suecas va a buscar trabajo. A diferencia de la mayor parte de los otros fragmentos de la película, en esta escena no hay desnudos y está resuelta de una manera diferente, sin utilizar el zoom para acercar o alejar al espectador del motivo principal de la imagen. Por lo que es posible que Molino Rojo interpretase y dirigiese la escena del restaurante barcelonés, siendo Loubeau el autor del resto del metraje. Además, paralelamente a ‘Las calientes suecas de Ibiza’, también se rodó en la isla ‘Ibiza al desnudo’ (1982), largometraje dirigido por Gerard Loubeau estrenado un año después, con similares localizaciones, parecido reparto e idéntico equipo técnico.
Comentario escrito por Enrique Villalonga, responsable de la productora audiovisual Filmótica.